Ahora lo que es cierto es que Cristo ha de
tener Su Ayuda Idonea en todos los que han de llegar a ser
propiedad de Dios, y ser usados para la realizacion en alguna
manera de Su Eterno Proposito.
Deben ser
Nacidos procediendo de Dios.
Enviados procediendo de Dios.
Tener una revelacion espiritual y una vision que procede
de Dios.
Hablar las palabras que proceden de Dios.
Solamente hacer las obras que proceden de Dios.
Solamente buscar primero el Reino procediente de Dios.
Asegurarse que en el caso de ellos todas las
cosas proceden de Dios.
Esta era la Base
Apostolica. El Espiritu Santo habia venido para hacer que esto
fuese simultaneamente posible y actual. Esa es la razon de la
efectividad de sus testimonios y obras. Sabian el significado de
ser bautizados por un Espiritu dentro de un Cuerpo,
de cuyo Cuerpo, Cristo es la Cabeza. De esa manera la
Soberana Cabeza efectua la obra a traves de los miembros de este
modo incorporados. Los tales no tuvieron actividad independiente,
ni planes preparados por su propio ego, ni tramas, ni intrigas,
que son producto de sus propios pensamientos, razonamientos,
inventiva, o entussiasmo, aunque fuese para Cristo,
o para el Reino, o en Su Nombre. Todo
tiene que venir por revelacion del Espiritu Santo procedente de
la Cabeza
Como el Padre es la
Cabeza del Hijo, asi tambien el Hijo es la Cabeza del Cuerpo, y
como el Hijo ha morado en el Padre, asi tambien El declara que
debemos morar en El. No debemos de actuar espoleados por nuestra
interna vida natural, ni tampoco por influencias externas, hasta
que primeramente hayamos verificado que realmente procede del
Espiritu Santo. Esto se refiere especialmente a asuntos
religiosos, porque es en esa area que nos es posible hacer los
mas grandes errores. La reaccion de nuestras emociones naturales,
o razonamientos personales, o nuestra voluntad propia cuando
somos impactados por alguna sugestion, pueden llevarnos a mucha
maldad. El peligro que tienen muchas obras evangelisticas,
ensenanzas espirituales, y propaganda misionera, esta en la
tendencia de estimular las emociones y en ofrecer premios
espirituales, en vez de la imperiosa nota de Cristo y los
apostoles.
Muchas decisiones
han sido efectuadas bajo esas condiciones, lo cual no ha
resultado capaz de aguantar cuando todo es puesto a prueba y la
comprobacion final revela que todo ello realmente no es una obra
del Espiritu Santo.
Tal vez, nunca ha
habido un tiempo durante el cual hoy existe tanto que se designa Servicio
Cristiano, cuando hay mucha organización, maquinaria,
propaganda, gasto de tiempo, energia y maneras de actividad Cristiana
y cuando hay tanta gente interesada, pero es dudoso, hablando
comparativamenteque haya resultado en verdadera efectividad
espiritual. La clave esta en francamente preguntarnos: ¿Cuanto
todo esto procede directamente de una revelacion o iniciativa de
Dios por medio del Espiritu Eterno? ¿De cuánto todo esto puede
verdaderamente decirse que El Espiritu Santo dijo
Parecio bien al Espiritu Santo; Vino
por revelacion del Espiritu Santo?
O, por otra parte,
¿cuanto de todo esto es meramente humano, producto de
discusiones, inventivas, impulsos, entusiasmo, imaginacion,
filantropia, interes en una causa buena, etcetera? La medida que
tiene el instrumento humano en su corporativa union identificada
con Cristo es la merdida de una verdadera obra de Dios lograda a
traves de uno que esta rendido a Dios. Tal vez mucho exista que
parece exitoso y que impresiona como verrdaderos logros, pero
cuando el fuego haya hecho su obra, se
descubra que la diferencia entre lo verdadero y lo aparente es
minima. Al fin y al cabo, la carne NADA aprovecha,
aunque aparentemente parece tener grandes resultados. No es
lo que se hace PARA Dios, sino lo que es hecho POR Dios lo que
perdura. Queda para nosotros que nos aseguremos que estamos
totalmente en Cristo, y viviendo en el Espiritu Santo; y todo el
resto resultara espontaneo. No es posible lograr un verdadero
permanecer en Cristo, hasta que primero realmente lleguemos a
estar incorporados en El.
Traducido del Ingles al Espanol de la pagina 13 del primer volumen de “Living Water from Deep Wells of Revelation” por T. Austin-Sparks. (Traducida por Fred Malir)